RELACION D/s


Este artículo me encantó desde que lo leí la primera vez, por eso quise adicionarlo a este blog para multiplicar su fin que sin duda alguna no es otro que aclarar puntos en cuanto la relación D/s , muchos tienen la idea errónea que la sumisa es un ser sin cerebro y con muy baja auto estima o que el Amo es una persona de muy mal carácter que sólo existe para castigar sin miramientos ni sensibilidad, nada más lejos de la realidad, decir lo que ya está dicho es ilógico y cris la autora de este escrito no lo pudo expresar mejor. les dejo una pieza clara y concisa que vale la pena disfrutar.


(Texto original extraído del blog información BDSM 29/01/06)


En toda relación de D/s hay sumisión mental, ya de entrada al aceptar tu rol de sumiso, no de Dominante.


El Dominante, tiene la responsabilidad de tu seguridad, y de llevar a cabo la preparación y ejecución de toda la sesión.


En dicha sesión, deberás arrodillarte, o bien adoptar posturas que normalmente no serían bien aceptadas, pero no lo encuentras humillante, porque está dentro de tu rol, en ese momento. Estás interpretando el rol de un ser sumiso, que está siendo sometido por su Dominante.


Dentro de ese papel, también puedes ser llamada “puta”, zorra”, “perra”, pero serán adjetivos que no serán entendidos como humillación, sino como apelativos deseados por la sumisa, como algo cariñoso, palabras que encienden su pasión. Fuera de ese papel, es impensable aceptar que te llamen así.


Este Dominante puede usar tu cuerpo, dentro de los límites pactados, para que ambos disfruten de la situación, cada uno a su manera. Habrá cosas que a la persona sumisa no le agradarán de buenas a primeras, entonces se habla a ver si es posible conseguir que supere ese límite. De no ser así, se deja como límite del sumiso y ya esta.


Hago un inciso para hacer notar que una vez finalizada la sesión, ambos deben regresar a su situación normal, y dedicarse unos momentos de cuidado mutuo, por el desgaste, el llamado "aftercare", indispensable para que ambos se relajen y dejen de ser Amo y sumisa, para ser dos personas que se acarician, cuidan y se aprecian mutuamente, después de disfrutar de la sesión. Si no se hace, la sumisa puede entrar en un estado de baja autoestima, o creer que el Dominante la usa simplemente.


Retomando el hilo anterior, habrá Dominantes que piensen que el hecho de que la persona sumisa tenga un As tan grande en su manga como es el poder de parar la sesión en cuanto ellos deseen, es limitar su poder. No se imaginan sintiéndose frenados por su sumisa, eso les humillaría mucho a algunos. De ahí que deseen prepararte mentalmente para que los aceptes y así el Dominante va adquiriendo poder en la sesión.


Pero cada paso que da el Dominante al rebasar un límite tendría que ser también un paso adelante para el sumiso, ya que de no ser así, el sumiso estaría siendo utilizado en cierta manera. A veces, cuando uno está muy enganchado de su Amo, puede hacer cosas, no porque le gustan y quiere superar ese temor y sentirse satisfecho, sino para complacer al Amo. Ahí hay que ir con mucha cautela y detectarse a tiempo.


El poder de la mente, permite que una persona haga cosas que no quiere. Hay que tener los ojos muy abiertos y estar alerta ante toda situación nueva que aparezca en escena y no nos agrade. No se ha de aceptar todo porque nuestro Amo nos lo pide, sino que debemos conservar nuestro propio criterio y autoestima, y saber bien hasta donde queremos o no queremos llegar.


Es muy difícil salir de una relación de dominación mental, ya que dejas de ser tu mismo. La otra persona se apodera tanto de tu mente y de tus pensamientos que necesitas constantemente su presencia y su aprobación. Eso no es ser persona, es ser un autómata. Y cuando llegas a ser ese autómata, te conviertes en un mero juguete, y como juguete te estropeas y te cambian por uno nuevo.


Sé que suena cruel, pero es real como la vida misma.


Excelente escrito, más palabras serían un exceso.


didi{JD}

miércoles, 16 de septiembre de 2009

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